11 sept 2008

Wolfgang Amadeus Mozart






Con 6 años su padre lo llevó de gira por Europa (Linz, París, Munich, Viena), donde alcanzó gran éxito. A los 8 años compuso su primera sinfonía, y a los 11 un oratorio y un drama. Poco a poco se fue convirtiendo en uno de los mayores genios de la historia. Fue un gran talentoso, autor de una música que aún hoy conserva intacta toda su frescura y su capacidad para sorprender y emocionar.
La genialidad precozNació en Salzburgo el 27 de enero de 1756. Su padre, Leopoldo Mozart, también compositor, fue su educador musical. Fue quien lo instruyó y quien lo promocionó artísticamente en su niñez. Con 6 años recién cumplidos su padre lo llevó de gira por Europa (Linz, París, Munich, Viena), donde alcanzó gran éxito. Un niño prodigio que conmovía a todos por su precoz genialidad. A los 8 años compuso su primera sinfonía, y a los 11 un oratorio y un drama. Poco a poco se fue convirtiendo, tras una severa educación musical, en uno de los mayores genios de la historia.
Además de con su padre, quien se ocupó de que tuviera una excelente formación, él estudió con los mejores maestros de la época, como Johann Christian Bach -el menor de los hijos del gran Johann Sebastián-en Londres y con el padre Martín, en Bolonia.
En 1767 la familia se estableció en Viena, y allí el niño Mozart comenzó a escribir una misa solemne, varias sinfonías, algunos lieder y, sobre todo, empezó a cultivar el género operístico que lo llevó a los niveles más altos. En 1769, con 13 años, fue nombrado maestro de conciertos del príncipe-arzobispo de Salzburgo, hombre que no supo apreciar el talento avasallante del adolescente.
Como Mozart quería seguir viajando, le pidió permiso al arzobispo quien lo despidió de su trabajo. Realizó su viaje por París (1777) y por Italia, donde estrenó varias óperas. A pesar de su deseo, Mozart no pudo quedarse en París, en cuyo viaje murió su madre que lo acompañaba. Por ello, tras 16 meses, volvió a Salzburgo, donde siguió a las órdenes del arzobispo -gracias a que Leopoldo Mozart intervino para recuperar el puesto para su hijo-.
Pero el éxito llegó con sus primeras óperas, por lo que Mozart se pudo ir de allí e instalarse en Viena como músico libre. En aquella ciudad se casó en 1782 con Constance Weber, hermana de la que había sido el amor de su juventud. Los problemas de salud de ambos hicieron que vivieran en precariedad durante el resto de sus vidas, a pesar de que les sobraba trabajo (alumnos, conciertos, composiciones, encargos del emperador José II, etc.).
Mozart siguió escribiendo partituras: decenas de obras y óperas, como el "Rapto del Serrallo" (primera ópera en alemán), "Las bodas de Fígaro" (1786), "Don Giovanni" (1787). Hasta que volvió a realizar una gran gira de conciertos por Frankfurt, Munich, Mannheim y Magunci.
En 1791, a pesar de estar enfermo y lleno de deudas, se dedicó a escribir ansiosamente partituras. Tras estrenar "La flauta Mágica" y la "Clemenza di Tito" (en ese mismo año), Mozart comenzó a trabajar en un encargo que una persona desconocida le había hecho: un Réquiem. él pensó que esa persona en realidad era una voz que le anunciaba su propia muerte (y que el réquiem sería para él mismo), pero parece que fue un melómano (el conde de Walsseg) quien se la encargó a escondidas para poder estrenarla como suya.
Mozart murió consumido por la tisis el 5 de diciembre de 1791, en Viena, antes de cumplir los 36 años. Y dejó sin terminar la que llegó a ser una de las más bellas composiciones de la historia. Su discípulo Süssmayr fue el encargado de completar la partitura. Mozart fue enterrado en una fosa común, y a su funeral nadie acudió.














La Misa de Réquiem (KV 626) es una obra de Wolfgang Amadeus Mozart basada en los textos latinos para el acto litúrgico católico ofrecido en las defunciones. Mozart murió antes de terminarla, en 1791.




En marzo de 1791, Mozart ofreció en Viena uno de sus últimos conciertos públicos; tocó el Concierto para piano n.º 27 (KV 595). Su último hijo, Franz Xaver Wolfgang, nació el 26 de julio.
Pocos días antes se presentó en su casa un desconocido, vestido de gris, que rehusó identificarse y que encargó a Mozart la composición de un
réquiem. Le dio un adelanto y quedaron en que regresaría en un mes. Pero el compositor fue llamado desde Praga para escribir la ópera La clemencia de Tito, para festejar la coronación de Leopoldo II.
Cuando subía con su esposa al carruaje que los llevaría a esa ciudad, el desconocido se presentó otra vez, preguntando por su encargo. Esto sobrecogió al compositor.
Más tarde se supo que aquél sombrío personaje (al parecer, llamado Franz Anton Leitgeb) era un enviado del conde
Franz von Walsegg, cuya esposa había fallecido. El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales de su mujer, pero quería hacer creer a los demás que la obra era suya y por eso permanecía en el anonimato.
Mozart, obsesionado con la idea de la muerte desde la de su padre, debilitado por la fatiga y la enfermedad, muy sensible a lo sobrenatural por su vinculación con la francmasonería e impresionado por el aspecto del enviado, terminó por creer que éste era un mensajero del
Destino y que el réquiem que iba a componer sería para su propio funeral.
Mozart al morir, consiguió terminar tan solo tres secciones con el coro y orgánico completo:
Introitus, Kyrie y Dies Irae. Del resto de la Secuencia sólo dejó las partes instrumentales, el coro, voces solistas y el cifrado del bajo y órgano incompletos, además de anotaciones para su discípulo Franz Xaver Süssmayr. También había indicaciones instrumentales y corales en el Domine Jesu y en el Agnus Dei. No había dejado nada escrito para el Sanctus ni el Communio. Su discípulo Süssmayr completó las partes faltantes de la instrumentación, agregó música en donde faltaba y compuso íntegramente el Sanctus. Para el Communio, simplemente utilizó los temas del Introito y el Kyrie, a manera de reexposición, para darle cierta coherencia a la obra.
Una de las principales influencias de esta obra puede hallarse en el Réquiem de
Michael Haydn compuesto en el año 1771 para la muerte del arzobispo de Salzburgo S. C. Schrattenbach.
Aunque al parecer se tocaron extractos del Réquiem en una misa en memoria de Mozart celebrada el
10 de diciembre de 1791, el estreno de la obra completa se produjo en Viena el 2 de enero de 1793 en un concierto en beneficio de la viuda del músico austríaco (Constanze Weber). Fue interpretado de nuevo el 14 de diciembre de 1793, durante la misa que conmemoraba la muerte de la esposa del conde Walsegg, y bajo la dirección del propio conde

No hay comentarios: